Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Robocop (1987,Paul Verhoeven) Robocop



Vivo o muerto, tú vendrás conmigo


Lugar: Detroit

Año:  Futuro  distópico extremamente violento.

Historia: Murphy es un policía recién destinado a la comisaría de una ciudad infestada de delitos violentos. En su primera misión resulta herido de gravedad y dado por muerto. La OCP (multinacional a la que pertenece la policía) utiliza su cuerpo para crear un nuevo ser mitad humano y mitad robot. Un policía perfecto, prácticamente invulnerabe, dotado de fuerza descomunal, precisión milimétrica de disparo, almacenaje portentoso de datos y un estricto código deontológico que guía su conducta.

Nace Robocop. Sus directrices son: servir al público, proteger a los inocentes, defender la ley.


 Ed Neumeier decide abandonar su trabajo como ejecutivo de la Universal para escribir un guión sobre un robot policía claramente inspirado en Blade Runner. En 1984 conoce a Michael Miner (director de vídeos musicales) . Este tenía un proyecto parecido en el que un policía resultaba gravemente herido y era transformado en un cyborg, El título de su proyecto era SuperCop. Ambos fusionaron sus ideas. Así nació Robocop; una historia ambientada en un futuro distópico de un héroe inspirado en los cómics de Juez Dredd y Rom , y en la serie japonesa Space Sheriff Gavan.

Después de que el guión fuese rechazado por muchas productoras tras ser considerado como una idea ridícula, fue Orion - mucho influyó el éxito que supuso Terminator - la que aceptó la idea. El problema al que se enfrentaban era el de encontrar director. Y es que, en palabras del productor Jon Davison : “Muchos directores consideraban que Robocop era un título tonto. Ni siquiera a Orion le gustaba, les parecía estúpido.”
El guión teminó cayendo en manos de un Paul Verhoeven que ya había trabajado con Orion en la coproducción (EEUU-Holanda-España)  Los señores del acero. Verhoeven comenzó a trabajar en los Estados Unidos por una situación paradójica (más teniendo en cuenta que se define de izquierdas). Según sus propias palabras: “Todas mis películas holandesas habían sido financiadas sin pega alguna cuando ostentaba el poder un gobierno de derechas. Pero cuando cambió a un gobierno de izquierdas todo fueron impedimentos . La primera vez que le sucedió esto fue con Vivir a tope (1980), por considerarla "decadente y perversa”.



Pero la cuestión es que como a  tantos otros directores previos iba a rechazar la película tras leer el guión. Esto fue por dos motivos.

Primero: le horrorizó. Tanto es así que al parecer lo arrojó al suelo. Fue su mujer quien lo recogió intrigada. Tras leerlo detenidamente le hizo ver que había mucho más contenido escondido bajo esa aparente y descabellada historia de serie B de lo que aparentaba…

Segundo: no estaba acostumbrado a trabajar con semejante arsenal de efectos especiales. Además. Era su primera incursión en la ciencia ficción . Sin embargo fue gran amante del género en su juventud por lo que le vinieron a la mente las películas Ultimatum a la Tierra (1951) y Metrópolis (1927) de Fritz Lang  como modelos para el cyborg.




Verhoeven caviló. Contempló seriamente las posibilidades humanísticas de la historia. Aceptó el encargo… Hoy la considera su mejor película norteamericana…

Para el papel de Murphy/Robocop se pensó en actores como Michael Ironside o Arnold Schwarzenegger, pero eran demasiado corpulentos y quedarían ridículos con el traje de Robocop. El elegido fue Peter Weller. Les había gustado como actor en Las Aventuras de Buckaro Banzai, era muy delgado (corría maratones) por lo que se adaptaría dentro del traje perfectamente, al saber artes marciales daría la talla en las escenas de acción y poseía un rasgo físico crucial para interpretar a Robocop: la mandíbula marcada (puesto que era la única parte del rostro que se iba a ver esto resultaba imprescindible).

Contrataron a Stephanie Zimbalist como Lewis, la compañera de Murphy,  pero abandonó el proyecto un par de semanas antes de empezar a rodar. La reemplazó Nancy Allen (Carrie, El experimento Philadelphia).


Pero si hay actores memorables en Robocop estos son los villanos. Dick Jones es interpretado por un Ronny Cox (Cox repitió otra vez rol y director en Desafío Total (1990)), un papel para el que en principio se había pensado en en Kurtwood Smith quien  al final interpretó a Clarence Bodikker, el jefe de la banda de criminales sicóticos. Fue Verhoeven el que le dotó de gafas para caracterizarlo como al jefe de las SS Heinrich Himmler. Tanto Smith había como Cox habían interpretardo hasta entonces papeles opuestos a los que se les pedía en esta ocasión. Verhoeven los eligió a propósito para retorcer sus roles habituales.
Junto con Kurtwood Smith , Ray Wise (el inolvidable padre de Laura Palmer en Twin Peaks) , Paul McCrane y Jesse Goins forman el cuarteto de criminales.
El tristemente fallecido Miguel Ferrer (también compañero de reparto de Wise en Twin Peaks) interpreta al despiadado “yuppie” Bob Norton.

Es curioso que mientras que casi todo el equipo recuerda el rodaje como infernal debido al calor que tuvieron que soportar (comenzó el 6 de agosto y terminó el 20 de octubre de 1986 en localizaciones de Dallas y Pennsylvania) y a la cantidad de trabajo (con el consecuente cansancio acumulado), Smith y Wise guardan muy buenos recuerdos. El pasar  mucho tiempo juntos en su tiempo libre (no había nada que hacer a partir de las 17:00) forjó una verdadera camaradería entre ellos y esa química se nota en sus actuaciones conjuntas.




Pero no todo fue un camino de rosas. En la escena en la que destruyen una calle con las armas que les da Dick Jones, sufrieron cortes y quemaduras tras una explosión descontrolada en la que se demolió realmente un edificio. Debido a este accidente, ambos recibieron una paga extra como especialistas.

Pero si alguien cargó con  el Sambenito, ese fue Peter Weller. Rob Botin se encargó del diseño del traje de Robocop, pero tanto Verhoeven como la producción cambiaron multitud de  veces de opinión (se acabó gastando un millón de dólares al llegar a crearse seis diseños distintos) provocando una gran frustración a Botín quien retiró su palabra a Verhoeven y dejó de aparecer por el rodaje.  Al final el retraso fue tal que no se entregó hasta el día mismo del rodaje obligando a adaptarlo sobre la marcha (recordemos que Weller nunca lo había probado), lo que conllevó que Weller tardase once horas en enfundárselo (a partir de entonces tardaría hora y media). Weller define ese día como uno de los más deprimentes de su vida. 
Pero ese no fue el mayor problema. Weller había preparado a conciencia su interpretación como Robocop y para eso había contratado los servicios del profesor de mimo Moni Yakin. Weller practicó durante semanas con un traje de hockey en medio de Central Park tratando de imitar los movimientos de una serpiente. La cuestión es que al probarse el traje fue incapaz de moverse por lo pesado que resultaba. Esto forzó una suspensión de dos días de grabación y que Weller tuviera que olvidar todo lo aprendido y reinterpretar los movimientos adaptándolos al traje real.
Mas no fue eso todo lo que el pobre Peter tuvo que sufrir. Para las escenas en la que aparece sin casco tardaban seis horas y media en  maquillarle (también obra de Rob Botin), más la hora y media que tardaba en ponerse el traje sumado a lo que durase el rodaje ese día…¿Os parece bastante? Pues no. Si el resto del reparto pasaba calor, imaginaros Weller dentro del traje de Robocop. Perdía kilo y medio diario a causa de la deshidratación.


Aunque Botín hizo un trabajo fabuloso (pese a todas las trabas que tuvo que soportar) , Verhoeven tenía miedo de que si mostraba a Robocop de forma repentina el público lo consideraría ridículo. Lo que hizo Verhoeven muy inteligentemente fue desvelar el aspecto de Robocop de manera paulatina para que se fuese asimilando poco a poco. Esto lo logró en dos escenas: la primera cuando Robocop camina por la comisaría y se ve su perfil a través del cristal traslúcido. La segunda cuando intercala planos desde dentro y fuera de  la malla  donde permanece en su interior sentado.

Una vez desvelado su aspecto se trató de potenciar su imagen imponente. Para esto el director de fotografía Jost Vacano logró que el traje pareciera siempre luminoso frotándolo continuamente con aceite y colocando luces en diferentes lugares. Además, para que pareciera más grande colocaba la cámara baja y en contrapicado. Para resaltar el  arma se le dotó de una Beretta 93R modificada por el armero Randy Moore.


Craig Hayes diseñó y construyó el antagonista robótico de nuestro héroe, el ED 209. Se basó en el aspecto de un helicóptero Huey y en la cabeza de las orcas. Se construyeron dos modelos. Uno grande de madera y fibra de vidrio que se utilizaba para las escenas en las que estaba quieto y uno en miniatura para poder emplear la técnica Stop Motion (a cargo de Harry Walton), que era del modo en el que se movía en la película. Este motivo es el que explica que si nos fijamos las proporciones de la cabeza del ED209 varían según permanece estático o se mueve.

Tenemos que ser consciente de que en los ochenta los efectos especiales eran puramente artesanales y no tenían nada que ver con los actuales en los que casi todo se hace por ordenador. Por ejemplo, para los fondos de la película, William Sandell (Diseño de Producción) eligió una  arquitectura fría y brutal en la que el cemento era una constante. Eran fondos reales existentes en las localizaciones y cuando había que recrear algo que no existiese el artista Rocco Giofre lo pintaba sobre placas de aglomerado. En los efectos visuales también trabajó el encargado de los efectos rotoscópicos de La Guerra de las Galaxias Pete Kuran.




Pero un gran artificio de poco sirve si detrás no hay una buena historia y alguien que sepa como contarla. Sólo Verhoeven es capaz de ofrecer una aparentemente descabellada e irreverente película de acción que supura violencia hiperbólica - con todos los ingredientes y tópicos de la década – pero que constituye al mismo tiempo una obra poliédrica, cínica, socialmente crítica y rebosante de humor negro. Pensemos también en Desafío Total y Starship Troopers.
Robocop fue concebida como una sátira de la era Reagan: neoliberalismo, multinacionales, militarización de la sociedad,  guerras, culto a las armas... Una era Reagan distópica, pero no exenta de la realidad de entonces.

Sátira feroz del neoliberalismo simbolizado en este caso por OCP (Omni Consumer Products), una multinacional voraz cuyo apetito ha llegado a engullir al mismo cuerpo de policía al que privatizará desencadenándose una huelga. Multinacional que lo considera todo como mercancía: “El firmó el contrato. Podemos hacer con su cuerpo lo que queramos”. – Espeta Bob Morton ante un moribundo Murphy que desconoce en qué lo van a transformar. La figura de Morton es la del yuppi egoísta que sólo busca ascender socialmente y autosatisfacer su hedonismo (drogas, prostitutas), pero que no tardará en confrontarse (para su desgracia) con otro despiadado tiburón empresarial, Dick Jones.


Una mirada cínica de la violencia. Pero esto lo hace adoptando el recurso de ofrecer una violencia tan exagerada (y eso que se cortaron escenas aún más violentas), tan grotesca (en algunas ocasiones gore, como la muerte en el tanque de ácido) que desemboca en lo humorístico. Pensemos, por ejemplo, en la disculpa que Dick Jones le ofrece al presidente de la OCP tras la muerte del ejecutivo acribillado por el ED 209: “Sólo ha sido un accidente. Un contratiempo temporal” . Por eso - del mismo modo en el que el crítico humor negro de los cachondísimos anuncios de televisión de claro contenido sociopolítico impregnan el metraje - cuando escuchamos esas frases lapidarias (recurso que utilizaría Arnold Schwarzenegger hasta la saciedad) de los labios de Robocop - "Gracias por su colaboración" ,recita impertérrito tras estampar a un atracador contra la nevera de una licorería - no cabe una actitud más inteligente que la de esbozar una sonrisa o una manifiesta carcajada.



Pero Verhoeven sí se tomó muy en serio la muerte del protagonista. Una trágica muerte de la que no es mera coincidencia que esté plagada de referencias al calvario de Jesucristo (Verhoeven es un apasionado de la figura de Jesucristo). No hay resurrección sin crucifixión razonó. Si Murphy iba a renacer convertido en Robocop debía de sufrir una muerte espantosa (Rob Botin también diseñó una figura de Weller cuando este muere). Pero las referencias no terminan ahí, así también contemplamos a Robocop, en la escena de la fábrica, caminar sobre las aguas.


Otro tema que trata Verhoeven es el conflicto ético y psicológico que surge cuando se utiliza el cuerpo de Murphy para convertirlo en un "cyborg". Ético porque se opera con un cuerpo humano como si fuese una mercancía. Psicológico porque el cerebro del ser humano que habita la carcasa termina por salir a la luz al aflorar recuerdos pasados y se rebela,  gracias, en parte ,a la ayuda de su compañera Louis, contra la corporación que le transformó reivindicando su individualidad y su humanidad. Muy significativa es, en este aspecto de la dualidad hombre/máquina, la música de Basil Poledouris(Conan el Bárbaro) :sintetizador y percusión electrónica para el robot; orquesta para el humano.

Robocop resultó un éxito en taquilla recaudando más de 53 millones de dólares en EEUU con un presupuesto de 13. A este respecto Verhoeven cuenta que cuando vio la película con público por primera vez en los Estados Unidos (en un cine de Nueva York) fue una de sus mejores experiencias vitales. Al final de la película, cuando el viejo le pregunta a Robocop “¿cómo te llamas , hijo? “ Antes de que respondiese todo el público gritó al unísono: Murrrphyyyyyy!!
Tuvo dos secuelas, dirigidas por Irvin Kershner y Fred Dekker respectivamente, ambas contaron con poca repercusión, especialmente la tercera. Además se crearon dos series para la televisión, siendo de dibujos animados una de ellas, y un "remake" a manos de José Padilha en 2014. Este año 2017 se han cumplido treinta años de su estreno, y Robocop aún permanece en las retinas de la cultura popular como uno de los iconos cinematográficos de los años ochenta.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


TRAILER


9 comentarios:

Crowley dijo...

Estimado amigo. Gracias por la visita al blog y por enlazarme. He hecho lo mismo, así no me perderé ninguno de tus interesantes posts sobre el cine que tanto disfrutamos.
un saludo

Germán Fernández dijo...

Un saludo y gracias por escribir.

Anónimo dijo...

Una pregunta que siempre me he hecho:¿Robocop tiene pilila?

Cesar dijo...

Robocop es sin duda una de mis películas favoritas de los 80, la escena en la que es asesinado es una de las más impactantes (y se ha mantenido así por años), una lástima que Peter Weller no haya podido brillas en otras películas así como lo hizo en Robocop.

http://v-a-m-o-s-al-cine.blogspot.com/

Iker dijo...

Un pequeño clásico y una de las mejores películas de Verhoeven junto con "Desafío total" y "Starship troopers:las brigadas del espacio". A años luz del mediocre reboot de este año, destrozado por los productores. Que Robocop tiene que ser violenta, señores.

Anónimo dijo...

Coincido con lo que expones,aunque no es de mis peliculas favoritas,en su época me impresionó bastante,tanto los guiños y mensajes a traves de la historia argumentada,como ese toque como describes casi gore de ciertas escenas,que dejan un regusto violento y a venganza sin medir las consecuencias de la creación de una maquina/humano a la larga.

Ayleens(@ayleens4ever)

Unknown dijo...

Un post muy bueno. Robocop está repleto de curiosidades. De pequeño me gustaba mucho la escena cuando uno de los malhechores se estrella contra el estanque de ácido y lo revientan con el coche, es realmente perturbador. La gente que hace tiempo que no ve esta película no es consciente de lo gore que era, piensan que es una peli para niños... Nada más lejos. Lo que más me gusta de Robocop a parte de Weller es el estilo tan auténtico que tiene de Cyberpunk ochentero.

Gracias Germán por este pedazo de post.

Unknown dijo...

Grande Germán. Acertado articulo. Muy completo y lleno de datos y curiosidades que me hacen amar aún más este clásico ochentero

Mr Doc Hogan dijo...

Grandísimo artículo, me han entrado ganas de volver a verla sin duda. Además he descubierto cosas que no tenía idea. ¡Gracias!