Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Furia silenciosa (1982, Michale Miller) Silent Rage


Cogemos nuestro “Delorean” y nos vamos al año 1982, sí el año de Naranjito, el de Sport Billy y nos trasladamos a los Estados Unidos, con ese pedazo de karateka que es Chuck Norris.

SINOPSIS:

El sheriff Dan Stevens ( Norris), debe afrontar uno de sus casos más difíciles para intentar detener a un asesino despiadado, que ha sido mejorado con años de experimentos, de modo que puede regenerarse cuando es herido.



OPINIÓN OCHENTER:

No es de las mejores de Norris, pero aún así hay que reconocerle varios aciertos.

Lo primero, es que es el debut en el cine de terror de Norris ( se vendió como un Norris vs Jason en su época), para aumentar esa dosis de terror, se escogió como asesino a un Brian Libby que interpretaba al asesino silencioso John Kirby ( bueno al principio de la película, sí habla, ya que pide ayuda al médico interpretado por Ron Silver), un asesino despiadado, como vemos ya en las primeras escenas de la película, cuando acaba con su casera a hachazo limpio, aunque esas escenas fueron cortadas en el montaje final, porque eran demasiado escabrosas, no así las escenas en las que asesina a Ron Silver ( Doctor Halman) y a Stephanie Dunnam ( Nancy Halman) en las que desata una violencia extrema, que es raro ver en el cine actual.



Así mismo su cara pétrea, inexpresiva, le confieren el carácter que se buscaba para la película, es decir el de un asesino despiadado.

Mención aparte merecen las escenas con Norris, sobre todo las finales, en las que a pesar de ser quemado, vuelve a la vida para seguir peleando contra Norris, hasta que éste por fin ( bueno por fin no, porque no lo mata) lo arroja al fondo de un pozo muy hondo.

En cuanto Norris, le diseñaron un papel para que luciese sus dotes karatekas y especialmente en la escena en la que él solo, se encarga de acabar con una docena de pandilleros moteros en un bar , el cual a modo de anécdota, era visitado por el equipo de los Texas Rangers y su rodaje fue muy elaborado, puesto que llevó cuatro días.


Para dar un toque de humor al conjunto, se le buscó a Norris como acompañante al por entonces famoso Stephen Furst( Desmadre a la americana) interpretando una variante de su personaje en dicha película, aunque sin el gracejo de aquella, si bien es de destacar su enfrentamiento con Kirby aunque el pobre saliese mal parado.

Ron Silver hace quizás para mi gusto, un papel muy flojo para los que nos tiene acostumbrados (claramente le pega mejor ser el villano, que no ser parte de los buenos), si bien su muerte es de gran impacto y la manera en la que queda colgado de la percha, con esa expresión de terror petrificada, es de lo mejorcito de la película.

CONCLUSIONES:

Si bien no es de las mejores de Norris, sí es verdad que con el paso de los años ha envejecido bastante bien y podemos empezar a ver los atisbos de la futura estrella del cine de acción de los ochenta que sería Chuck Norris.

JOSE MARÍA MOLANO


1 comentario:

Van Cleef dijo...

La película a la que hace referencia la crítica no es "Marcado para morir", sino "Furia silenciosa" (silent rage). Ambas son del mismo año.